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Kate, Diana, Harry...la tensa y hostil relación entre la prensa y los Windsor

El príncipe heredero celebrará este mes de junio a su 42° cumpleaños en un año muy marcado por las controversias mediáticas a las que se ha visto sometida su familia

La fallecida Reina póstuma Isabel II, el actual monarca Carlos III y su mujer, la reina consorte Camilla, el heredero al trono Guillermo y su esposa, Kate. Fuente: GTRES

Desde que la monarquía británica se abriera al mundo mediáticamente con la retransmisión por televisión de la coronación de Isabel II en 1953, la percepción de la prensa actual sobre la familia real ha cambiado consideradamente. La monarquía debía mantener su popularidad, y se lo tenía que hacer ver a los ciudadanos a través de la imagen pública que daban a los medios. Se creó, entonces, un pacto invisible entre medios y familia real, en el que ambos se aprovechaban del otro: la realeza para mantener una presencia pública y los medios para conseguir números aprovechando la fama de los miembros reales.



Kate Middleton, el secretismo como consecuencia del maltrato mediático


Fotograma del vídeo colgado en Redes Sociales por la princesa de Gales, Kate Middleton en el que anuncia que tiene cáncer.


El misterio entorno a la desaparición pública en el primer trimestre de 2024 de la actual Princesa de Gales generó una controversia mundial que ha acaparado portadas, programas de televisión y tendencias en Twitter. No es de extrañar que a lo largo de estas aquéllas semanas se dieran multitud de teorías que tratan de explicar el silencio de la Casa Real británica respecto a este tema: desde problemas físicos derivados de su última operación, o depresión hasta un posible divorcio.


Sin embargo, resulta incomprensible y contradictorio que la comunicación sobre el estado de salud del monarca Carlos III fuera mucho más transparente que la de Kate. Entre las hipótesis que se bajarán sobre el porqué de una estrategia tan hermética se encuentra el posible miedo de la princesa a verse en un estado débil frente a las cámaras. Un miedo razonable teniendo en cuenta el pasado oscuro de Kate con los tabloides británicos. Y aunque ahora la prensa británicas parece haber respetado a Kate y su privacidad, lo cierto es que las críticas eran excesivas y mucho más duras en el pasado.


Desde que en 2005 salieran las primeros rumores de relación entre Guillermo y Kate, los tabloides indagaron en lo más profundo de la vida personal de la actual Princesa de Gales, con el fin de hallar alguna mancha en su pasado o en el de sus familiares que sirviera como escusa para criticar su compromiso con el príncipe Guillermo. Un ejemplo son las vinculaciones de su tío con el tráfico de armas.


En el año 2006, el Daily Mail publicó una jugosa noticia sobre el árbol genealógico de la princesa. "Kate, la chica del minero del carbón", titulaba el medio británico estas informaciones que la vinculaban a la pobreza y a un bajo status social. El titular insinuaba que su padre quien ejercía de esta profesión y por ello se puso en duda que fuera la indicada para convertirse en reina consorte. Sin embargo, eran sus antepasados lejanos quienes estaban ligados al mundo de la minería.


El pasado no fue el único motivo de crítica, los comentarios despectivos llegaron incluso al vestuario e incluso al especto físico. En 2014, una vez casados Kate y Guillermo, durante una gira en Australia y Nueva Zelanda, un paparazzi captó una imagen de Kate con la falda de su vestido levantada a una altura considerable por culpa de una ráfaga de viento. Un momento ciertamente incómodo que se transformó en un motivo de burla instantáneo. La redactora Amanda Platell del Daily Mail llegó a criticar que la princesa utilizase tenga y no se cosiera los dobladillos de sus vestidos.


Esta no era la primera vez que Amanda que metía con Kate Middleton. Tan solo un par de años antes, en 2012, había alzado la voz contra el pelo de Kate, llegando incluso a presionarla para que se lo cortase. Todo ello justificado con una apreciación personal sobre las molestias que podría causarle su largo cabello en los compromisos oficiales . "En un momento dado se parecía a la prima It de la familia Addams: todo pelo, ninguna persona. Era una gran distracción" decía Amanda.


Después de años desavenencias, la mala relación Kate y los medios iría evolucionado y mejorando lo que traería a ambas partes un pacto de paz bastante beneficioso.


Todo lo conseguido a lo largo de estos últimos tiempos regresó prácticamente a la casilla e salida con todo el lío formado con las especulaciones sobre la desaparición de la vida pública de la princesa. Solo tras el vídeo oficial de Kate en el que aclaró que sufría de un cáncer del que ya se estaba tratando, la impaciencia de medios y usuarios pareció calmarse por la gravedad del asunto.


Diana y Harry, dos caras de la misma moneda


Última fotografía de Diana de Gales en vida, minutos antes del accidente que acabó con esta. Fuente: GTRES


Casi 26 años después de la muerte de Diana de Gales, todavía se culpa directamente a los paparazzi de aquel fatídico accidente y aunque los detenidos salieron en libertad sin cargos, la población sigue teniendo memoria. Sin embargo, antes de llegar a aquel acontecimiento, la relación entre la joven y la prensa sensacionalista británica de los 80-90 tenemos muchos antecedentes a los que recurrir.


Lo cierto es que Diana no odiaba las fotografías como tal, sino más bien a la prensa. Aún así aceptó en varias ocasiones aliarse con algunos profesionales del sector. Ahí están los ejemplos de Andrew Morton, a quien envió algunas cintas que sirvieron de testimonio para escribir la que es la única biografía autorizada por la princesa y Martin Bashir, a quien concedió seguramente de la entrevista televisiva más explosiva de todos los tiempos. Para Morton, la historia de Diana supuso un cambió radical en la relación entre monarquía y medios, llegando a ver a la familia real con una informalidad nunca vista.


La fascinación por la figura de Diana sigue presente incluso post-mortem, y es que las revistas de moda y de cotilleo siguen aprovechándose de su figura. Parece curioso, pero se ha mantenido más respeto por la ex-princesa de Gales tras su muerte que estando en vida. Sin embargo, esto no evitó que la revista sensacionalista Chi publicara en 2006 unas polémicas e incluso desagradables imágenes de Diana agonizando minutos después del accidente que la llevó a la muerte.


Años después de aquel fatídico episodio, el hijo menor de Diana y Carlos, Harry ha heredado el carácter de su madre lo que también ha provocado problemas dentro del círculo íntimo de la familia real. A todos se nos viene a la cabeza aquellas comprometedoras fotografías del príncipe vestido con un uniforme de las SS nazis cuando era todavía un adolescente.


A pesar de la protección que ejerce una ley británica sobre los jóvenes de la familia real mientras son menores, Harry siempre ha estado en el punto de mira. En el año pasado consiguió una victoria judicial sobre el grupo comunicativo al que pertenece el diario The Mirror, quien se disculpó e indemnizó al duque de Sussex además de otras celebridades por la obtención de información de forma ilícita.


Este episodio no refleja, sin embargo, en su totalidad el estado de las relaciones entre Harry y los medios de comunicación. Harry y su mujer, la actriz americana Megan Markle han usado focos mediáticos como el programa de Oprah para cargar contra la familia real y defenderse de sus prácticas.





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