Hablamos con Camellos sobre su origen, su forma de trabajo y la importancia de lo cómico tanto en su amistad como en la música
Por: Juan Fernández y Sofía Muñoz
Es la advertencia de Jorge, el batería de la banda madrileña Camellos. Junto a él, la conforman Tommy en el bajo, y Fer y Paco (o Frankie), ambos guitarra y voz. Desde que aparecieron en la escena musical, han logrado hacerse un hueco mientras los cuatro compaginan la música con sus otros trabajos.
La amistad de Jorge y Fer, ambos de Huesca, se forjó en su ciudad natal cuando todavía eran adolescentes. Fer era profesor de guitarra de un amigo de Jorge. “Me lo presentó y fuimos manteniendo la amistad con el paso de los años, y todo se intensificó cuando yo vine a Madrid a estudiar, nos veíamos más”, cuenta el batería. Todos los integrantes formaban parte de otros grupos además de Camellos, que era su banda secundaria. Jorge fue el último en unirse al proyecto que finalmente se convertiría en el prioritario para los cuatro gracias al humor, “que ha sido la espina vertebral de nuestras amistades y de nuestro grupo”, nos explica Fer.
El origen del nombre de este grupo, que desde luego despierta curiosidad entre los nuevos oyentes, revela Jorge que proviene de su “bisabuelo, que estaba en el lecho de muerte, me pidió que me quedara solo con él y me dijo «tienes que tener una banda que se llame Camellos», y se murió”.
A medida que han publicado nuevos trabajos, la evolución ha sido más que notoria desde su primera canción, Siempre saludaba, hasta el disco más reciente, Manual de Estilo. Tommy se enorgullece de la mejora “a nivel de grabación y producción”. “Al final en todas las bandas, cuando va pasando el tiempo tienes más confianza tanto contigo mismo como con tus compañeros. Os entendéis más, estáis dispuestos a probar cosas nuevas, y una cosa de la que nosotros siempre hemos presumido es que cuando probamos cosas nuevas, intentamos siempre que acabe sonando a Camellos”, añade Jorge, admitiendo que aunque añadidos como sintetizadores pudiesen parecer originalmente lejanos al sonido más puramente de Camellos, una vez implementados demuestran que pueden adaptarse a su estética. “Podemos ponernos a pinchar un bombo de techno y de repente acabaría sonando a nosotros”, concuerda Fer. “Al final tienes tus propias limitaciones. Por mucho que te pongas a tocar country, tu voz es la misma y tus manos son las mismas. Hemos intentado experimentar a saco, pero al final acaba sonando a [nosotros], y en Camellos pasa más que en otros grupos en los que yo haya tocado, por ejemplo”. Además, Jorge pone el foco en la peculiaridad de los dos vocalistas del grupo, que hace fácilmente reconocible a las canciones que escriben.
A la hora de crear canciones, Fer cuenta que este grupo establecido en Embajadores sigue un proceso similar en la mayoría de sus temas. Los vocalistas Fer y Frankie trabajan con una idea original para la que luego todos los miembros componen una melodía. El paso final es escribir la letra en conjunto. “El 90% de nuestras canciones se han hecho así. Hay alguna que se sale de ese proceso, pero por lo general esa es nuestra estructura”.
“Endogámica” es cómo describen su forma de trabajar en el proyecto de Camellos, ya que suele ser con gente “de la pandilla”; se ayudan unos a otros, aunque esto no quiere decir que de vez en cuando no cuenten con personas externas a su entorno. Fer hace hincapié en la importancia de trabajar con alguien de confianza, “lo bueno y lo humilde de alguien que te quiere dentro de tu grupo de amigos es que te intenta entender y quiere hacer lo que tú quieres, ¿sabes?, quieren que salga lo que te represente más”. Fer también destaca el papel de su mujer, Laura, que es directora de arte y ayuda en numerosas ocasiones a la banda, así como Jota (Jesús Castellano), cuya amistad con Camellos se remonta a antes de su formación y es el germen de muchas de las ideas dentro del grupo. Ejemplo de la estrecha relación entre los miembros de Camellos y Jota es el videoclip de Mazo, para el que, cuenta Jorge, ninguno de los cuatro miembros estaba disponible cuando se estaba preparando, por lo que Jota tomó las riendas al completo y lo hizo: “y con el videoclip hecho, nos quedamos un día y nos lo presentó, lo vimos, nos flipó, y dijimos, «sí, sí, para alante»”.
Con sus letras y videoclips buscan transmitir diferentes lecturas, y abordan su música con la relación de ideas que conectan, aunque a primera vista no lo parezca. “Esa es nuestra intención, contar una historia que no tiene por qué estar en la superficie. Que no tenga por qué decirte «voy con una chica a mi casa y joder cuánto la quiero», puedes contar esa misma historia sin decir esas palabras”, comenta Fer. “Lo que para mí es muy común en el humor de la gente que nos rodea, es que huimos de los lugares comunes, intentamos contar las cosas de otra manera, con nuestro lenguaje”.
Aunque Camellos no tenga muchas colaboraciones grabadas y hayan estado tanteando una unión musical junto a Niña Polaca, otros artistas con quienes les gustaría colaborar son Marta Delmont de Pantocrator, Space Surimi o Vera Fauna. También, “con Rosendo, pero ya está retirado, eso es un sueño imposible”, admite Tommy. Todavía desconocemos el futuro de colaboraciones de Camellos, pero por lo menos sabemos que están preparando canciones, esperamos que para dentro de poco.
Aparte, Jorge apunta lo “guay” que es “cuando viene una persona y te dice «esta canción me ha gustado mucho por esto, me he sentido identificado»”, ya que él ha estado en ese lugar también. “Recuerdo de adolescente volver de un concierto y decir «buah, he hablado con el guitarra, qué guay, y le he dicho que tal canción me encanta»”. Asimismo, reconoce que “sería más gratificante poder vivir de la música pero no estamos en ese momento de la vida, ni nosotros ni otras tantas bandas. Al final somos gente normal haciendo música y si hablas de tu vida, es muy fácil que la gente se identifique contigo”. En relación a ello, Tommy añade: “nosotros tenemos un lenguaje con nuestros amigos, y cuando alguien usa una de esas frases de las canciones y las incorpora, sienta muy bien”. “Cuando en alguna canción hemos metido alguna broma del grupo”, sigue diciendo Jorge, “y ves que la gente se ha quedado con ello y lo introduce en su vocabulario piensas «el virus se expande, ahora eres imbécil tú también»”. Al fin y al cabo, Camellos es un grupo de amigos que busca pasárselo bien con su música, haciendo que la gente también disfrute de ella y de su característico humor.